ECOS DE HÁBITAT

La humanidad tiene suficientes razones objetivas

para comprender y salvaguardar a la naturaleza.

Pero la naturaleza no será en definitiva salvada

sino con nuestro espíritu.
Jean Dorst.

¿Como lograr con mi danza, sembrar una semilla de conciencia y reparar el equilibrio que teníamos con nuestro entorno? ¿Como transmitir la necesidad de reencontrarnos con la naturaleza, aprender de sus enseñanzas, tratando de vivir más armoniosamente con ella y en ella?

Normalmente mi respuesta ha sido vía la poesía y la magia de la metáfora. Sin embargo, para este proyecto quisiera también recurrir a la ironía, el humor negro y el juego lúdico.

He nombrado al programa como "Ecos de Hábitat" porque vivimos en un momento donde la naturaleza y nuestro hábitat en si nos están mandando grandes eñales con sus cambios climáticos. El planeta tierra es nuestro mundo, el lugar donde habitamos y compartimos. Cada ecosistema se amolda de cierta manera a nuestro actuar y en muchos aspectos es un reflejo de lo que somos internamente; nosotros construimos o modificamos ese nuestro exterior desde nuestro interior. De ahí la enorme responsabilidad de nuestras acciones, intenciones y sueños. Y hay sueños que resultan catastróficos.

Conviven en el alma humana pulsiones de vida y muerte. El hábil artificio de crear civilización y cultura a partir de Natura. Un frágil equilibrio que estamos abandonando. ¿Como estar en armonía con la naturaleza, cómo escucharla en realidad cuando lo que hay son sus gritos pidiendo que no la destruyamos? Embebidos en nuestro deseo de confort y buen vivir, no vemos la agresión que le provocamos y nos provocamos. Corren tiempos que reclaman un despertar y un tomar conciencia.

Y en ese sentido, se propone con mi danza un granito de arena.

La intención de realizar danzas con guiones dramáticos han sido resultado de varias sesiones de charlas y entrevistas con un equipo de especialistas en la ecología. Ellos me han ayudado a entender más claramente lo que sucede con el medio ambiente y sus problemáticas: la contaminación, la deforestación, el derroche de agua y energía, el sobrecalentamiento de la tierra, etc.

Cada danza tocará una problemática particular donde logre obtener un ambiente de experimentación, aflorando sensaciones, emociones e imágenes llenas de metáforas y simbolismos. Jugaré a veces con la ironía y el humor y a veces con el drama al que realmente nos enfrentamos. Será alcanzar la libertad de expresión a partir del mundo interior del ser, haciendo énfasis en el proceso que nos conduce a esta revelación y situarla en el exterior y su influencia que nos conforma en el doble viaje de la retroalimentación.
Así mismo quiero que exista una relación muy estrecha con la música y el audio, sonidos y juego con la modulación de volumen y la velocidad de la música que servirán como pautas para el movimiento o en contrapunto de este.

Así pasaremos de un cuadro a otro, comenzando con una contaminación tan densa que no nos deja ni ver nuestro alrededor. Poco a poco observaremos a los personajes que luchan entre tanta densidad. Luchan consigo mismos. No se les ve nada, ni ellos ven nada, solo luchan con su vestimenta, avanzando con dificultad. Tratan de descubrir su cuerpo, de despojarse de tanto peso, de todo lo que les estorba. El esfuerzo es grande, el cansancio más, pero logran despojarse de todo lo que les coartaba. Sin embargo al quitarse la máscara y tratar de dar un aliento de vida, la asfixia acaba por derrumbarlos.

La escasez de agua desatará guerras y nosotros aún nos damos baños de Cleopatra donde el agua se escurre y corre en pleno derroche. Este cuadro se ubicará en un baño con su tina y todos los accesorios necesarios, patito de hule incluido, para preparar esa ducha deliciosa. El tiempo pasa y el sonido del agua es incesante, no deja de caer. El reloj se detiene cuando el personaje por fin se mete a la tina. Y se escucha un chapuzón. El baño desaparece, se ve un mar enorme, lleno de gozo y tranquilidad. El tiempo se suspende pero el agua sigue corriendo. Se comienza a escuchar el sonido del lavabo, del excusado, de la ducha, de una lavadora, del fregadero. Son los sonidos que gritan el agua se acaba. Los movimientos serán afectados por ellos. El personaje antes relajado se contamina, se ensucia. Es arrastrado por la coladera, yéndose en círculos al escuchar los últimos sonidos de las últimas gotas. Regresamos al baño y el personaje aún con el patito en la mano sale de la tina todo enjabonado.

Desde su concepción, la obra "El sentir de las tortugas" es una representación de una vida rodeada de paradoja; la tortuga es al mismo tiempo especie longeva y especie en anunciada extinción. Un símbolo de sabiduría muerto de una manera estúpidamente cruel. La vida y supervivencia natural es de por sí muy complicada. La reproducción, el nacimiento, el viaje de crecimiento, el enfrentamiento a numerosos peligros y luchas; la resistencia. En este cuadro, trato de imaginarme lo que sienten las tortugas; poniéndome en su lugar, expongo su dolor y el mío ante nuestras obscuridades y terribles traiciones a la naturaleza.

Para el cuadro que continúa el juego en contrapunto con el audio será la consigna a seguir. Tocaré el tema de la contaminación auditiva, donde ya nadie escucha por la cantidad de ruidos que provocamos durante el transcurso del día. La gente ni sus pisadas escucha, ni su propia música interna escucha. Solo se camina como sonámbulo, inmerso en la inercia de lo cotidiano, como suspendido en el tiempo, como aletargado, mientras afuera los sonidos rugen y gritan. Y aunque en realidad el silencio no exista, uno ya no escucha ni el corazón ¿Cuantas veces has escuchado el corazón? ¿Hace cuanto que no escuchas el corazón? Inercia o silencio. Suenan las pisadas cada vez más presurosas. Los pasos nos transportan. Montaña que escucha el eco del viento. Escucho mi suspiro por fin.

El programa estará dirigido a todo público en general porque creo que esta en todos hacer algo para salvaguardar a este nuestro mundo, en principio tomando conciencia para luego tomar acciones. Espero que mi danza siembre ese principio de conciencia.